Descripción
Cuando Nuestra Señora consintió en revelar su identidad a los tres niños en las apariciones en Fátima, utilizó estas simples palabras: “Yo soy la Señora del Rosario”. No podría haber mayor prueba de aprecio de la Madre de Dios por esta devoción. Es para promover en nuestros días de falta paz, no solamente entre las naciones, sino también, dentro de los hogares, es que se edita este maravilloso libro.